LA NORMATIVA DE LA VERGÜENZA

Mª Rosa Magallón Botaya. Concejal de Izquierda Unida

“Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país” (Art. 13.2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948).
“Ningún Estado tiene derecho a emprender y desarrollar actividades o actos tendentes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta declaración” (Art. 31 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948).

El pasado 18 de junio el Parlamento Europeo aprobó esta directiva “de la vergüenza” , por la que se criminaliza a las personas que llegan a la Unión Europea escapando de una miseria generada por las políticas globales impuestas por las grandes potencias económicas, y sus empresas multinacionales.
Con ella, se crea una nueva categoría jurídica, la de persona ilegal, que convierte en delito una cuestión administrativa. Algunas consecuencias:
Hasta un año y medio de internamiento forzoso sin dictamen judicial.
Prohibición de entrada en el país por 5 años, ampliable.
Posibilidad de deportar menores no acompañados, incluso a terceros países con los que no tienen ninguna relación. Y no se adopta ninguna medida específica para la protección de menores: también se puede encerrar a niñ@s.
Estas barbaridades se sustentan en criterios ambiguos como “la falta de cooperación” del inmigrante o de los terceros países. Con el Tratado de Lisboa en proceso (frustrado) de ratificación y en plena “recesión” económica, la directiva de la vergüenza ratifica la función de la UE: proteger el libre movimiento de capitales y controlar el movimiento de seres humanos. Nada a favor de mejorar las condiciones de los países de origen para evitar la inmigración masiva.
Choca mucho con el lavado de cara del PSOE, presentándola como un autentico triunfo, a la vez que endurece nuestra ley de extranjería.