grupo municipal de izquierda unida de utebo

25 abr 2008

Reflexiones en solitario.

Izquierda Unida lleva ya muchos años en este ayuntamiento representando una manera de pensar y luchando porque las cosas se hagan de la mejor manera posible, dentro de una política de izquierdas en las que predominan los valores de solidaridad, servicios públicos para todos, inversiones justas y equilibradas, sostenibilidad medioambiental, etc.

Creo que siempre hemos dado una sensación de trabajo digno, coherente y sacrificado dentro y fuera del ayuntamiento. Incluso los concejales de otros partidos políticos reconocen nuestra capacidad. Mantenemos un electorado fiel que nos permite estar ahí, incluso en horas bajas. La gente nos conoce, nos para por la calle, nos pregunta cosas y habitualmente se fía de nosotros y de nuestro criterio.

Es una de los aspectos más reconfortantes del trabajo político. Que la cantidad de horas investidas, reuniones, comisiones, sinsabores, tienen la recompensa de vez en cuando de que alguien valora lo que haces.

Sin embargo es una sensación agridulce. Cuando estás dentro de una institución, ves cómo funcionan las cosas, ves cómo se transmite a los vecinos lo que sucede en “la casa de todos”, piensas en la cantidad de cosas que se podían haber hecho mejor, la cantidad de aspectos mejorables que pasan delante de tus narices, con la impotencia de que tus fuerzas son las que son, y, aunque te empeñes en intentar explicar las cosas tal y como son, y que la gente sepa la verdad de muchas cuestiones, pues eso, tus fuerzas son limitadas y fracasas en el intento. Siendo consciente además de la hipocresías de muchas declaraciones de nuestros representantes de uno u otro lado, de dentro y fuera de la política que, curiosamente, o porque disponen de mas medios y fuerza numérica, calan mejor en la opinión ciudadana que la verdad que tu defiendes. Y que es la verdad, no os quepa duda.

Hay muchos ejemplos a lo largo de estos años que reflejan esta impotencia. Baste por ejemplo el acuciante problema del Instituto de Educación Secundaria. La desolación que causa ver como luchas en solitario contra el intento (exitoso) de manipular a la opinión pública para conseguir unos intereses personales, con una amplio dossier de declaraciones publicas y publicadas anunciando, sabiendo que no era cierto, que el Instituto iba a estar en el 2006, en el 2007,….haciendo muchas personas dejación absoluta de su responsabilidad como representantes públicos. Todos deberían saber que hay que tener criterio propio para votar, opinar y discutir, aunque sea distinto de lo que dice el jefe, en todo lo que interesa a los vecinos que les han votado.

O el ejemplo de la nueva ubicación del Hogar de Jubilados, que se inauguró hace un año con nuestro criterio en contra porque no reunía condiciones físicas (poco espacio, baños, etc), y sobre todo porque no se dejó opinar libremente a los afectados. El tiempo nos ha dado la razón y ahí está la reforma prevista para mejorar unas instalaciones recién estrenadas. ¿No podíamos haber discutido esto de manera civilizada, no manipulada?

El desanimo, la impotencia, a veces es grande, como lo es también el pensar en la “alegría” con que se toman sus cargos los que llevan con nosotros mucho tiempo y no tienen conciencia de la importancia de sus actos y decisiones para los vecinos, a pesar de que convencen, no lo dudo, por sus gestos y sobre todo por las siglas que representan (que creo que es lo que les da la fuerza). A veces pensamos: ¿qué pasaría si no estuviéramos ahí?

No quiero imaginarlo, creo que Utebo no se merece algunos políticos que le representan. Como alguien dice: me gustan los políticos que no piensan lo que dicen, porque dicen lo que piensan.

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