GRAN SCALA O GRAN STAFFA

Adolfo Barrena. Diputado de Izquierda Unida. Aragón.

Cuando Zaragoza y Aragón se van a convertir en breve en abanderados de la cultura del agua y de la sostenibilidad, nos encontramos ante el gran despropósito de lanzar Aragón “al puesto que se merece” según nuestros gobernantes con el macroproyecto de Gran Scala. Izquierda Unida rechaza frontalmente este macroproyecto de ocio que quieren desarrollar en Los Monegros. Hay varias razones para ello.

En primer lugar, los empleos prometidos están relacionados con la construcción (mientras se edifica y urbaniza) y con el sector terciario (servicios). Son de carácter temporal, de baja cualificación los segundos, sin componente tecnológico y salarialmente hablando de los más bajos. Además, son empleos inestables. Los de la construcción por razones obvias. Y los casinos se van en cuanto encuentran una mejor oferta. Al fin y al cabo son empresas para obtener negocio rápido.

Por otra parte, la viabilidad económica del proyecto, en lo términos presentados, no está demostrada. Se apoya en las previsiones de 25 millones de visitantes/año. ¿Por qué 25 y no 30, ó 12?. Los datos de complejos similares en Europa dicen que no se llega ni a la mitad, y eso que están en las inmediaciones de grandes aeropuertos, redes de autopistas y acceso mediante vías de ferrocarril de alta velocidad. También en un entorno metropolitano con redes de cercanías y transporte público. También tienen asegurados los abastecimientos energéticos y de agua, y resueltos los sistemas de depuración, vertidos y residuos.

Tampoco se han valorado los costes sociales que provocan estos macrocomplejos, que apuestan por una fórmula comercial en la que el objetivo es fomentar el juego y el consumo. Costes ambientales por el despilfarro de recursos, emisión de gases, contaminación lumínica y agresiones a fauna y flora.

No se puede aceptar la fórmula de empleo a cualquier precio. Queremos empresas asentadas que generen un trabajo estable, que se nos están escapando de Aragón. Queremos servicios públicos, sin ellos no hay vida. Queremos el agua necesaria para el desarrollo de las comarcas, no para convertir a los agricultores en accionistas de las máquinas tragaperras. Queremos buenas comunicaciones entre pueblos y ciudades, no entre los aeropuertos y Gran Scala. Queremos hospitales, residencias, escuelas …. en vez de casinos.

Para IU se debe vertebrar el territorio y facilitar medios de vida y desarrollo a las comarcas del medio rural, como es la de Los Monegros, para asegurar todos y cada uno de los derechos que una sociedad democrática debe garantizar.

El proyecto que plantea la DGA va en contra del pregonado desarrollo sostenible. La voz de Bob Dylan enmudecería al ver esta incongruencia.